¿Debería comprar oro o bitcoin?
En el último año muchos analistas y otras personas del mundo de la Economía han predicho una recesión. Después de muchos años de mercado alcista, los inversores preocupados por esta posibilidad pueden empezar a buscar abruptamente una forma de cambiar sus inversiones hacia refugios más estables.
El movimiento tradicional sería cubrirse con oro contra la volatilidad de las acciones. Este ha sido un método eficaz en el pasado, pero una nueva alternativa está desafiando al refugio de la vieja escuela. Lanzado en 2009, el bitcoin inauguró una nueva era de monedas digitales. Como criptomoneda líder, el bitcoin tiene muchas de las propiedades de una moneda, pero con algunas características únicas que podrían convertirlo en un refugio viable. En última instancia, sin embargo, queda en manos del inversor individual determinar si el bitcoin es un espacio seguro adecuado en tiempos de problemas de mercado.
A continuación, compararemos el oro y el bitcoin como opciones de refugio:
Consigue oro
Hay varios factores que hacen del oro un fuerte activo de refugio. Es valioso como material para los bienes de consumo, como la joyería y la electrónica, y es escaso. Independientemente de la demanda, la oferta sigue siendo desproporcionadamente baja. El oro no puede fabricarse como una empresa emite nuevas acciones o un banco federal imprime dinero. Hay que desenterrarlo de la tierra y procesarlo.
En consecuencia, el oro no tiene casi ninguna correlación con activos como las divisas o los índices bursátiles como el S&P 500. El metal precioso solía estar vinculado al dólar hasta 1971, cuando el presidente Nixon cortó los lazos entre la moneda estadounidense y el oro como base. Desde entonces, los que no quieren aprovechar las oscilaciones bursátiles al máximo han invertido en oro. El metal precioso ayuda a suavizar el golpe o incluso a obtener beneficios cuando se produce una corrección bursátil, o una caída de al menos el 10 %.
El oro suele funcionar bien durante las correcciones porque, aunque no suba necesariamente, un activo que permanece estático mientras otros bajan es bastante útil como cobertura. Además, a medida que más personas huyen de las acciones e invierten en oro, el precio sube en consecuencia.
El bitcoin irrumpe en la escena
Bitcoin es una criptomoneda basada en la cadena de bloques (blockchain) que comparte algunas propiedades con su homólogo en oro. De hecho, muchos llamaron al bitcoin «oro digital» en el pasado debido a su débil relación con todos los demás activos —las acciones especialmente—. Los participantes en el mercado pueden recordar que en 2017 el precio de un bitcoin superó por primera vez el de una onza troy de oro. Hoy, el precio del bitcoin supera los 56.000 dólares, pero… ¿por qué es tan valioso? Y lo que es más importante, ¿deberían los que huyen de las acciones considerar la posibilidad de invertir en la criptodivisa?
Al igual que el oro, hay una cantidad limitada de bitcoins. Satoshi Nakamoto, el creador seudónimo de bitcoin, limitó la oferta total a 21 millones de tokens. El bitcoin también se parece al oro en que no es emitido por un banco central o un gobierno federal. Como criptomoneda descentralizada, el bitcoin se genera gracias a la potencia de cálculo colectiva de los «mineros», individuos y grupos de personas que trabajan para verificar las transacciones que tienen lugar en la red Bitcoin y que luego son recompensados por su tiempo, potencia de cálculo y esfuerzo con bitcoins. Para garantizar que el mercado no se inunde, el protocolo del bitcoin estipula que estas recompensas se reduzcan periódicamente a la mitad, asegurando que el último bitcoin no se emita hasta el año 2140 aproximadamente.
Comparación de los dos
Durante cientos de años, el oro ha dominado el ámbito de los activos seguros, mientras que el bitcoin se lanzó hace poco más de una década y solo ha alcanzado un amplio reconocimiento en los últimos años. A continuación compararemos estas dos opciones de inversión cara a cara:
1. Transparencia, seguridad y legalidad
El sistema establecido para el comercio, el pesaje y el seguimiento del oro es impecable. Es muy difícil robarlo, hacer pasar oro falso o corromper el metal de alguna manera. El bitcoin también es difícil de corromper, gracias a su sistema encriptado y descentralizado y a sus complicados algoritmos, pero la infraestructura para garantizar su seguridad aún no está en marcha. El desastre de Mt. Gox es un buen ejemplo de por qué los operadores del bitcoin deben ser cautos. En este suceso perturbador, un popular intercambio se desconectó y desaparecieron bitcoins de usuarios por valor de unos 460 millones de dólares. Muchos años después, las ramificaciones legales de la situación de Mt. Gox todavía están resolviéndose. Legalmente, hay pocas consecuencias para este comportamiento, ya que el bitcoin sigue siendo difícil de rastrear con cualquier nivel de eficiencia.
2. Rareza
Tanto el oro como el bitcoin son recursos escasos. La reducción a la mitad de la recompensa de minería de bitcoins garantiza que los 21 millones estarán fuera de circulación en el año 2140. Mientras que sabemos que solo existen 21 millones de bitcoins, se desconoce cuándo se extraerá de la tierra todo el oro del mundo. También se especula que el oro puede ser extraído de los asteroides, e incluso hay algunas empresas que buscan hacerlo en el futuro.
3. Valor de referencia
El oro se ha utilizado históricamente en muchas aplicaciones, desde artículos de lujo como la joyería hasta aplicaciones especializadas en odontología, electrónica y otras. Además de marcar el comienzo de un nuevo enfoque en la tecnología blockchain, el bitcoin en sí mismo también tiene un enorme valor de base. Miles de millones de personas en todo el mundo carecen de acceso a la infraestructura bancaria y a los medios tradicionales de financiación, como el crédito. Con el bitcoin, estas personas pueden enviar valores a todo el mundo sin apenas coste alguno. El verdadero potencial del bitcoin como medio bancario para aquellos que no tienen acceso a los bancos tradicionales quizás aún no se ha desarrollado del todo.
4. Liquidez
Tanto el oro como el bitcoin tienen mercados muy líquidos en los que puede intercambiarse dinero fiat por ellos.
5. Volatilidad
Una de las principales preocupaciones de los inversores que buscan en el bitcoin un activo seguro es su volatilidad. Basta con mirar la historia del precio del bitcoin en los últimos años para comprobarlo. Alrededor de principios de 2018, el bitcoin alcanzó un precio de unos 20.000 dólares por moneda. Aproximadamente un año después, el precio de un bitcoin rondaba los 4.000 dólares. Hoy día un bitcoin está en torno a los 50.000 dólares, habiendo llegado a máximos de 63.000.
Hay varias razones por las cuales el bitcoin ha subido tanto. Hay mucha liquidez en el mercado, inversionistas institucionales han entrado al mundo de las criptodivisas y han tomado posiciones importantes y cada vez está siendo más aceptado por el público en general.
En los últimos años, se han lanzado varias criptodivisas alternativas que pretenden ofrecer más estabilidad que el bitcoin. Tether, por ejemplo, es una de estas llamadas «stablecoins». Tether está vinculado al dólar estadounidense de forma muy parecida a como lo estaba el oro antes de la década de 1970. Los inversores que busquen menos volatilidad que el bitcoin podrían buscar en otros lugares del espacio de las divisas digitales en busca de refugios seguros.
Cardano, Ethereum y otros proyectos muy interesantes en el blockchain están llamando mucho la atención de los inversionistas. Este es un mercado que hay que tener muy presente.
Traducción del artículo de NATHAN REIFF www.investopedia.com
(Actualizado a mayo 2021)